EL PODER DE LA LUZ EN ESPACIOS PEQUEÑOS
La iluminación de una habitación infantil / juvenil es uno de los elementos más importantes, máxime en estancias pequeñas. La luz natural ayuda muchísimo a generar mayor sensación de amplitud. En caso de que el dormitorio no tenga una fuente de luz directa, siempre puedes optar por luces artificiales utilizando lámparas con bombillas LED de bajo consumo energético.
La luz del dormitorio infantil o juvenil debe empezar por una luz general que no deje sombras pero que al mismo tiempo sea acogedora y no demasiado potente. El primer aspecto a considerar es la luz artificial.
Según la función que vaya a tener cada elemento será más recomendable una u otra opción.
Luces de mesitas de noche
Recomendamos luces cálidas y suaves que sean directas y que promuevan la sensación de tranquilidad.
Luces en lámparas de techo
Las luminarias en color blanco ayudan a crear un ambiente luminoso y amplio.
Luces en escritorios y zonas de estudio
En este caso, lo mejor es una lámpara con luz halógena situada por debajo de los ojos favoreciendo la concentración sin deslumbrar.
Luces en lámparas de pie
La sensación de tranquilidad en el ambiente aumentará con este tipo de lámparas.
Luz natural
En una habitación pequeña potenciar la luz natural se convierte en prioridad. Para conseguir ese efecto, evita las cortinas de tela tradicionales e instala estores o cortinas tipo espagueti hechas con telas naturales como el algodón o el lino.
Los muebles y la decoración generan su propia luz también. En espacios pequeños, no hay que sobrecargar el dormitorio con muchos muebles o con demasiados elementos decorativos, de lo contrario corres el riesgo de aumentar la sensación de agobio.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones conseguiremos que el dormitorio de nuestros hijos sea no solo un espacio para el descanso sino también un lugar de bienestar y recreo.
15/02/2023
VOLVER »